Max Schmeling

Trayectoria deportiva

Muy joven todavía, se trasladó con su familia a Hamburgo, donde empezó a jugar al fútbol en el club Saint Georges. Un día se hirió con un clavo oxidado y contrajo una infección que tardó dos años en curar y que precisó catorce pequeñas intervenciones quirúrgicas, hasta el punto de que se pensó que habría que amputarle la mano.

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