La Iglesia y el Sacro Romano Imperio al final de la Edad Media

Introducción

Hemos visto las diversas vicisitudes de las luchas que han contrapuesto, durante la Edad Media, al imperio y al papado. Los dos adversarios salieron debilitados de la crisis. Perdidos en sus sueños itálicos, los emperadores dejaron que la anarquía se instalase en Alemania, donde los príncipes se acostumbraron a la independencia. Italia se dividió entre los partidarios de la potencia imperial (gibelinos) y los de la Santa Sede (güelfos). Los güelfos, que no querían ver en el sur a un descendiente del emperador Federico II, dieron la corona de Sicilia a Carlos de Anjou, hermano de san Luis, rey de Francia.

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