Guillermo Francovich

EL HOMBRE Y SU OBRA

La formulación creadora del discurso filosófico iberoamericano actual tiene un punto de arranque definido en 1939, fecha en la que se inicia el encuentro de los dos centros de pensamiento más dinámicos del momento: el foco mexicano, encabezado por Samuel Ramos y José Gaos y el foco argentino que inspiraba Francisco Romero. Durante la década de los años cuarenta, bajo el estímulo dinámico de Leopoldo Zea, surge como proyecto común iberoamericano la recuperación del propio pasado intelectual. Zea encontró, a su paso por los diversos países iberoamericanos, espíritus afines que se dedicaron con entusiasmo a este proceso de recuperación. Guillermo Francovich, pionero de este movimiento, publica precisamente en 1939 su libro Filósofos brasileños. Esta obra inicia una serie de estudios que se proponían recuperar el pensamiento iberoamericano, comenzando por las historias nacionales que establecerían los parámetros de la investigación. El proyecto fue patrocinado primero por la Editorial Losada y luego por el Fondo de Cultura Económica y en él participaron los pensadores más destacados del momento. Guillermo Francovich pertenece a esta generación de pensadores egregios--Ardao, Carrión, Cruz Costa, Donoso, Miró Quesada, Romero, etc.--que en torno a Leopoldo Zea establecieron los fundamentos que hacen posible el proceso actual de formular un pensamiento iberoamericano a través de una filosofía de la liberación.

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