Don Quijote, Segunda Parte: Capítulo XLI

El ingenioso caballero Don Quijote de la Mancha: De la venida de Clavileño, con el fin desta dilatada aventura de Miguel de Cervantes Saavedra LLEGÓ en esto la noche, y con ella el punto determinado en que el famoso caballo Clavileño viniese, cuya tardanza fatigaba ya a don Quijote, pareciéndole que, pues Malambruno se detenía en enviarle, o que él no era el caballero para quien estaba guardada aquella aventura, o que Malambruno no osaba venir con él a singular batalla. Pero veis aquí cuando a deshora entraron por el jardín cuatro salvajes, vestidos todos de verde yedra, que sobre sus hombros traían un gran caballo de madera. Pusiéronle de pies en el suelo, y uno de los salvajes dijo: -Suba sobre esta máquina el que tuviere ánimo para ello. -Aquí -dijo Sancho- yo no subo, porque ni tengo ánimo ni soy caballero. Y el salvaje prosiguió diciendo: -Y ocupe las ancas el escudero, si es que lo tiene, y fíese del valeroso Malambruno, que si no fuere de su espada, de...

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