Carlos VI en la Rápita : 18

Carlos VI en la Rápita Capítulo XVIII de Benito Pérez Galdós Habían acudido al comedor las dos amas, sobrinas o lo que fuesen, porque eran necesarias a nuestro servicio. La joven de dorados cabellos mudaba los platos; la jamona, que era de buen ver, como un ocaso de dorada tibieza, descuartizaba unos pollos que pronto habíamos de comer. Los movimientos de una y otra no se me escapaban, aun poniendo las apariencias de mi atención en don Juan Ruiz, que así proseguía contando su novelesca historia: «En mi curato de Híjar, y antes en los de Albalate y Samper de Calanda, me hice querer de mis feligreses. Siempre fui bueno para ellos: a los pudientes respeté, y a los pobres favorecí cuanto pude. Estalla en esto la guerra, y... Nada, que mi voluntad, lo mismo que mi convencimiento, me llevaron a la causa de don Carlos... Fue un arrebato del corazón, ¡rediez! Me tiraba el campo de batalla. Yo era gran cazador... Me sacaba de quicio la guerra, que es cazar hombres con...

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