Bibliofilia

Del griego biblos, libro, y f ileo, amar. La afición a coleccionar libros valiosos o raros surge del interés individual por la cultura y la ciencia, motivo por el cual los bibliófilos suelen formar bibliotecas especializadas. Muy diferente es el capricho de los bibliómanos, motivado esencialmente por la vanidad de exhibir costosas adquisiciones sin tener en cuenta el valor del contenido ni la armonía de la colección. La primera impresión que hizo Juan Cuesta en 1605 en Madrid, la llamada edición príncipe, puesto que es "la marca non plus ultra para preservar el texto de Cervantes". La historia de la bibliofilia es tan antigua como la cultura, aunque no adquiere sus características actuales hasta la difusión de la imprenta a mitad del s. XV. Anteriormente, la escasez de ejemplares de cada obra, copiados uno a uno, hacía que los eruditos fueran formando bibliotecas personales como imprescindibles elementos de consulta. Los príncipes y gobernantes de la Antigüedad...

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