... que sacó una carta cerrada, diciéndole que luego al punto volviese a la ciudad y se la diese a su ayo, y que en dándosela les esperase en la puerta del Campo.Obedeció el criado, tomó la carta, volvió ...
... buen ingenio, hab& 237;a descubierto un medio habil& 237;simo para atacar la severidad materna, y era que cuando su ayo o la condesa no le hac& 237;an el gusto en alguna cosa, pon& 237;ase los pu& 241 ...
... y más blandos sus ojos. Contó luego públicamente lo que aquella noche le había pasado con Seráfido, su ayo, y con Rutilio; dijo cómo su hermano el príncipe Magsimino quedaba en Terrachina, enfermo ...
... con el Sr. de Santorcaz, que es mi amigo y ha de ser mi ayo y maestro cuando me case. Esta vez no fue do ... & 243; sucesivamente a su prima, a su sobrino y al ayo. -Pero & 191;qu& 233;...
... para su prole el ave fénix de los maestros, un ayo ideal, aunque tuviera tan buen diente que le comiera la ... maestro de los Aguadet impúberos. Pero, es claro; el ayo ideal no...
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