Aviación

La sustentación

La aerodinámica, aplicada a la aeronáutica, da cumplida respuesta y explica las leyes y fenómenos que permiten a los aparatos «más pesados que el aire» sostenerse y volar en el espacio. Sometida una superficie plana horizontal a una corriente de aire, éste la salvará sin perturbación alguna y si se inclina hacia arriba provocará remolinos en la cara dorsal del plano (turbulencias no sustentadoras); pero si se curva el plano, inspirándose en el ala del ave, y se va levantando lentamente, formando sucesivos ángulos hasta alcanzar 1516° en relación con la corriente aérea horizontal (ángulo de ataque), este ala engendrará el fenómeno sustentador hasta el ángulo límite y los filetes de aire la recorrerán en el llamado régimen o flujo laminar, si bien al llegar a los ángulos de ataque o incidencia máximos, rápidamente aparecerá el régimen o flujo de turbulencia, surgiendo el inmediato colapso de la sustentación. De ahí que el aeroplano no deba sobrepasar esos ángulos de ataque de sus alas en vuelo horizontal ordinario. El ingenio humano retrasó la aparición de tan peligroso fenómeno utilizando hipersustentadores, como son la ranura de borde de ataque y los flaps de borde posterior o de salida, que alejan el régimen de turbulencia en cuanto a ángulo límite o velocidad mínima de vuelo del aparato de superficies sustentadoras fijas, que sólo puede volar y gobernarse a elevadas velocidades mínimas de traslación, del orden de los 60 a 290 Km/h., según los tipos, y dentro de reducidos ángulos de ataque o incidencia.

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