Artemisa

La asimilación a la diosa griega Artemisa de deidades prehelénicas y cretenses anteriores fue la causa principal de que a su figura se le dieran atribuciones de muy diverso carácter. En la mitología griega, Artemisa era hija de Zeus y Leto -descendiente de los titanes Ceo y Febes- y hermana gemela de Apolo, a quien se la asoció en numerosos mitos. Su imagen era multifacética y ambigua: siendo tenida por virgen y defensora de la pureza, se la consideraba protectora de las parturientas y estaba ligada a ritos de fecundidad. Asimismo, pese a ser fundamentalmente una diosa cazadora, encarnaba las fuerzas de la naturaleza, y tutelaba a las ninfas, a los animales salvajes y a las fuerzas de la vegetación. Su culto se dio sobre todo en las zonas rurales, bajo unos u otros aspectos: en el Ática se enfatizó su carácter de «Señora de las fieras», en la isla de Eubea se la consideró patrona de los rebaños y en el Peloponeso se reconoció su reinado vegetal y se la relacionó con...

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