7 de Julio : 28

7 de Julio : 28 de Benito Pérez Galdós Soledad volvió al comedor. -¿Qué tienes que decir de mí? -le preguntó su hermano adoptivo. -Contestaré mañana. Hasta ahora no puedo formar juicio -dijo Soledad sonriendo con tristeza. -¡Dichoso el pájaro prisionero en la jaula! -afirmó Monsalud con vehemencia-. Ese sabe que no puede salir y está libre de los tormentos de la elección de camino. -Ya he mandado cerrar todas las puertas -insinuó Soledad-. ¿Estás bien así, encerradito? -Querida hermana -dijo Salvador con afán-, si me pudieras dar tu tranquilidad, tu serenidad, la paz de su espíritu, ¡cuán feliz sería yo! -¿La paz de mi espíritu? -dijo Soledad con emoción-. Pues tómala. -¿Cómo? -Si yo quiero dártela y no la quieres. -No digas que no la quiero. -¿No me has dicho ayer que quieres que sea impertinente? -Sí. -Pues voy a serlo -dijo...

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