7 de Julio : 18

7 de Julio : 18 de Benito Pérez Galdós Eran las dos. La noche era serena y tibia, y en el cielo oscuro comenzaban a palidecer temblando las estrellas. Solita envolviose bien en su pañuelo, y sin asomos de miedo, porque la apurada situación suya no lo permitía, bajó hacia la plazuela de Navalón. Poco tiempo empleó en llegar a una calle cercana, donde los informes que recibiera del sereno la obligaron a retroceder. -¡Dios mío! -decía para sí-, ¡haz que encuentre pronto ese batallón Sagrado! Por el Postigo de San Martín subió en busca de la calle de Tudescos y la Luna, andando aprisa, sin reparar en los pocos transeúntes que a tal hora hallaba en su camino, hasta que sintió un rumor lejano, un murmullo de gente y pasos, que en el silencio de la noche resonaban de un modo singular en las angostas calles. Entonces sintió miedo y se detuvo a escuchar. Por la calle de la Luna pasaba una cosa que...

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